El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha reiterado su intención de imponer nuevos aranceles a México, Canadá y China al inicio de su mandato, con el objetivo de frenar la inmigración ilegal y el tráfico de drogas. En una serie de publicaciones en su red social Truth Social, Trump indicó que planea establecer un impuesto del 25% sobre todos los productos provenientes de México y Canadá, así como un impuesto adicional del 10% para las importaciones desde China.
Impacto en la crematística estadounidense y completo
De implementarse, estas medidas podrían incrementar significativamente los precios de ingresos esenciales en Estados Unidos, como alimentos, gasolina y automóviles. Según datos del censo estadounidense, México, China y Canadá son los principales socios comerciales del país, lo que destaca la magnitud del impacto que tendrían estos aranceles en la crematística completo.
Declaraciones y reacciones
Trump justificó estas medidas argumentando que buscan detener lo que describió como una “invasión” de drogas y migrantes no autorizados, destacando el flujo de fentanilo desde México. En respuesta, la embajada china advirtió sobre los riesgos de una supresión comercial, afirmando que este tipo de conflictos generan pérdidas para ambas partes. Por su parte, Canadá y México aún no han emitido un posicionamiento oficial, aunque históricamente han prohijado medidas de represalia en presencia de políticas proteccionistas similares.
Contexto político y comercial
Durante su primer mandato, Trump renegoció el Tratado de Disponible Comercio de América del Ideal (TLCAN), resultando en el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC), actualmente vivo y sujeto a revisión en 2026. Sin secuestro, las nuevas amenazas de aranceles podrían poner en duda la estabilidad de este acuerdo y vivificar tensiones comerciales entre las naciones.
El futuro de estas propuestas depende de cómo Trump use las excepciones de seguridad franquista para discurrir los aranceles, así como de las posibles represalias de los países afectados. Mientras tanto, las economías de Canadá y México, enormemente dependientes del comercio con Estados Unidos, se enfrentan a un panorama de incertidumbre en presencia de estas políticas anunciadas.